La alergia se define como una respuesta inapropiada o exagerada del sistema inmunológico frente a sustancias que el sistema inmunitario de algunas personas reconoce como nocivas y que en la mayoría de las personas no causan ninguna reacción (alérgenos).
Los procesos alérgicos son
patologías frecuentes en el ámbito
laboral como consecuencia tanto de las condiciones del lugar de trabajo, como
de las sustancias empleadas en los procesos productivos (más de 300 sustancias),
junto con las condiciones individuales del trabajador (herencia).
Las alergias laborales,
principalmente dermatosis y asma, son unas de las enfermedades laborales más
frecuentes. Se estima que pueden producirse unos 10.000 nuevos casos al año,
mientras que se reconocen como profesionales muy pocas. Muchos casos pueden
agravarse hasta llegar a producir una incapacidad laboral total.
RECORDAR: El Decreto 1477 de 2014 incluye la Tabla de enfermedades Laborales. Si se sospecha que la enfermedad es de origen laboral pero no se encuentra en la Tabla, se deberá determinar la causalidad como se describe en el artículo 3 de Decreto 1477 de 2014 o la norma que modifique o sustituya.
¿QUÉ ES UNA ALERGIA LABORAL?
Una alergia laboral es aquella enfermedad en la que el sistema inmunológico funciona de manera inadecuada generando una reacción excesiva ante la exposición en el trabajo a un agente sensibilizante (nexo de causalidad). Un hecho característico es que mejora con los periodos de descansos laborales (fines de semana o vacaciones) en sus inicios.
¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS Y SIGNOS MÁS COMUNES DE ALERGIAS?
Los
principales síntomas de la alergia son:
–
Cutáneos (urticaria, dermatitis atópica, eczema de contacto): picor, enrojecimiento,
inflamación de la piel, erupciones, lengua geográfica, edema de mucosas, etc.
–
Digestivos: vómitos, diarreas, dolor abdominal.
–
Oculares (conjuntivitis, queratitis): lagrimeo, picor, dolor en los ojos,
hinchazon…
–
Pulmonares (asma, neumopatías, etc…): tos, pitos o silbidos al respirar
(sibilancia), ahogos…
–
Hematológicos (anemia, trombocitopenia, leucopenia…): disminución de la
hemoglobina, plaquetas, leucocitos, etc.
–
Otorrinonaringológicos (rinitis, sinusitis…): secreción nasal, picor,
estornudos, congestión nasal…
– Anafilaxia: malestar
generalizado, picor, dificultad respiratoria, enrojecimiento, mareos, vómitos,
diarrea, dolores de cabeza, pérdida de consciencia.
Anafilaxia: es la expresión más
grave de una reacción alérgica. Es súbita pone en riesgo la vida del paciente y
se tiene que actuar de forma apropiada. La piedra angular del tratamiento es la
adrenalina.
PATOLOGÍAS Y ALERGIAS RELACIONADAS CON EL
TRABAJO
ASMA OCUPACIONAL: se cree que cerca del 7% del asma que padece la población tiene origen profesional. Asma del panadero por la harina de trigo. Mas sustancias que producen asma en el trabajo:
- Hay dos formas de Asma Ocupacional: Asma Alérgica caracterizada por un periodo de latencia, y Asma inducido por irritantes, caracterizado por la rápida aparición de Asma tras una exposición única o múltiple a altas concentraciones de compuestos irritativos. Según su mecanismo patogénico, se distinguen dos tipos de Asma ocupacional por Hipersensibilidad (o inmunológico):
- Asma Ocupacional Inmunológica causada por sustancias de alto peso molecular, dónde interviene un mecanismo inmunológico mediado por el anticuerpo IgE
- Asma Ocupacional Inmunológica causada por sustancias de bajo peso molecular, sin intervenir en general un mecanismo IgE mediado, sino posiblemente un mecanismo de hipersensibilidad de tipo celular o tardío
- Las Neumonitis por Hipersensibilidad (NH) o Alveolitis Alérgicas
Extrínsecas (AAE) constituyen
un grupo de Enfermedades Inflamatorias
del Pulmón que afectan a las vías respiratorias más periféricas (simula una afección gripal que dura en el tiempo). Estas
patologías son inducidas inmunológicamente
tras la inhalación repetida de partículas orgánicas o compuestos químicos de bajo peso molecular. La que
las entidades más conocidas son el pulmón del granjero y el pulmón
del cuidador de aves.
RINITIS ALÉRGICA OCUPACIONAL
DERMATOSIS PROFESIONAL
Las
dermatosis alérgicas suponen en su conjunto el 40% de todas las enfermedades
ocupacionales; de ellas, el 90% son dermatitis de contacto, siendo el 70-80%
dermatitis de contacto irritativas (DCI) y el 20-30% dermatitis de contacto
alérgicas (DCA). Las Dermatosis Profesionales (DP) se clasifican según el agente que las puede
provocar, obteniendo las siguientes:
- Mecánicas
- Físicas
- Químicas
- Vegetales
- Biológicas
- Otras
La mayoría de las dermatitis irritativas laborales afectan a las manos, por lo que las enfermedades cutáneas relacionadas con el trabajo son generalmente diagnosticadas como eccema/dermatitis de las manos. Dentro de las Dermatosis Alérgicas Ocupacionales podemos destacar el Eccema Alérgico de Contacto Profesional (EACP) o Dermatitis de Contacto Alérgica (DCA), la Dermatitis y Urticaria Proteínica de Contacto, la Urticaria de Contacto y las Dermatosis Alérgicas Aerotransportadas. Fuera de las Dermatosis de Causa IgE mediada, se encuentra la Dermatitis de Contacto Irritativa (DCI) de presentación muy frecuente.
ALERGIA OCULAR
Finalmente,
y como localización menos frecuente, pero de gran trascendencia laboral, la atención recae en el ojo. Este órgano se encuentra expuesto a diversos agentes
ambientales, y específicamente su capa externa, el tejido inmunológicamente
activo y lugar de desarrollo más frecuente de respuestas alérgicas. Se destacan
entre las Enfermedades Alérgicas
Oculares:
- Conjuntivitis Alérgica Aguda
- Queratoconjuntivitis Atópica
- Queratoconjuntivitis Vernal
- Conjuntivitis Papilar Gigante
- Dermatoconjuntivitis de Contacto
La Conjuntivitis puede experimentarse en formas leves, ocasionando síntomas molestos pero que no amenazan a la visión, o graves, como la Queratoconjuntivitis Vernal y Atópica, que pueden complicarse y provocar ceguera si afectan a la córnea.
OBLIGACIONES DEL TRABAJADOR Y DEL EMPRESARIO
La
vigilancia realizada por los expertos en Alergología y
Medicina Ocupacional (SG-SST) pretende
detectar, por una parte, los factores de riesgo de Patologías Alérgicas y establecer las medidas preventivas y
correctoras pertinentes. También se
pretende detectar al trabajador de riesgo que, por sus especiales condiciones,
pudiera ser susceptible de desarrollar estas patologías.
Las medidas recomendadas en Enfermedades Alérgicas de origen laboral incluyen
la evaluación de la calidad del
aire y las condiciones medioambientales.
Esta labor atañe de forma específica a la higiene industrial como especialidad
técnica incluida en el servicio de prevención, con la debida colaboración de la
medicina del trabajo. Es obligación del empresario
establecer los medios necesarios para vigilar la salud de los trabajadores y
las medidas de protección necesarias legalmente. La
evaluación de la salud se hará según protocolos específicos en base a la
historia clínica con una buena anamnesis mas examen físico integral y a las pruebas complementarias necesarias (test de alergias, espirometria, IgE, etc.).
Cuando el ambiente de trabajo es altamente alergénico, es obligación de todos colaborar en el despistaje de las personas no idóneas, mediante el sometimiento a los oportunos exámenes de salud, siempre que además se hayan realizado previamente todas las actuaciones correctoras necesarias. Alergol Inmunol Clin 2005; 20: 10-13
RECOMENDACIONES PARA LOS TRABAJADORES Y TRABAJADORAS:
- Ante la sospecha de síntomas
de alergia en el trabajo, informar a la empresa como corresponda y acudir a la
entidad que gestione las contingencias profesionales o ARL para recibir tratamiento
médico y que se diagnostique la enfermedad laboral.
- Solicitar consulta con el
médico especialista (el alergólogo, dermatólogo o el neumólogo) para poder tener un
diagnóstico específico y se posibles agentes que provocan la reacción alérgica.
- En caso de no estar en
condiciones de trabajar, el médico procederá a emitir la correspondiente incapacidad
laboral.
- Una vez que el trabajador se
encuentre recuperado y pueda desempeñar su actividad, si se comprueba que la
sustancia alergénica es de origen laboral deberá solicitar a la empresa que
tome las pertinentes medidas preventivas para que no vuelvan a aparecer los
síntomas: protecciones colectivas, individuales, adaptación o incluso cambio de
puesto.
- Emplear de manera correcta
todos los equipos de protección facilitados por la empresa.
- Leer las etiquetas de todos
los productos que se utilicen y si no están etiquetados informar a la empresa
antes de manejarlos.
- Leer las fichas de datos de
seguridad de los productos (la empresa tiene la obligación de tenerlas siempre
a disposición de los trabajadores y trabajadoras).
- Emplear las medidas
preventivas a la hora de manipular las sustancias.
- Si se es alérgico informar a
los médicos del servicio de prevención y cuando se lleve a cabo el
reconocimiento dentro del programa de vigilancia de la salud.
- En caso de no poder
aplicarse ninguna medida preventiva eficaz ni poder cambiar de puesto de
trabajo, solicitar que se valore una posible incapacidad laboral a su ARL, siendo muy
importante el que se haya reconocido que la alergia es laboral.
- Evitar los riesgos y sustituir lo peligroso por lo que
entrañe poco o ningún peligro:
en el caso de las alergias de origen laboral sería fundamental y la mejor
opción el eliminar la presencia del agente alergénico del ambiente de trabajo,
bien sea buscando sustitutivos a los productos o mediante la modificación de
los procesos y/o equipos de trabajo.
- El uso de antihistamínicos de
primera o segunda generación bajo supervisión médica o de enfermería de la
empresa es una opción en los casos de compromiso de glotis, antes de que llegue
la atención prehospitalaria o su traslado a un centro de primer nivel.
¿Para qué sirven los antihistamínicos?
Los antihistamínicos se emplean, sobre todo, en el tratamiento sintomático de distintas enfermedades alérgicas, ya que muchos de sus síntomas (picor de ojos, goteo de nariz, picor de piel…) están causados por la acción de la histamina. Además, se han venido usando desde mediados del siglo XX en numerosas enfermedades y procesos, como: rinitis y conjuntivitis alérgicas y no alérgicas; urticarias agudas y crónicas; control del picor y del rascado de diversas causas dermatológicas (p. ej., picaduras, dermatitis) y no dermatológicas (p. ej., prurito metabólico); tratamiento sintomático de infecciones respiratorias catarrales y de la tos inespecífica; mareo del movimiento (cinetosis), náuseas y vértigos, y para el tratamiento menor del insomnio y de la anorexia (falta de apetito). Además, los antihistamínicos disponibles por vía parenteral (intramuscular o intravenosa) se usan como complemento de la adrenalina y los corticoides en el tratamiento urgente de la anafilaxia, o choque alérgico generalizado (figura 1).
Las enfermedades alérgicas
tienen varias formas de afectar a la conducción.
- http://tusaludnoestaennomina.com/wp-content/uploads/2014/06/Las-alergias-de-origen-laboral.pdf
- https://www.topdoctors.com.co/articulos-medicos/cuales-son-las-alergias-relacionadas-con-el-trabajo/
- https://www.fbbva.es/alergia/el-tratamiento-de-las-enfermedades-alergicas/los-antihistaminicos/
- http://tusaludnoestaennomina.com/wp-content/uploads/2014/06/Gu%C3%ADa-b%C3%A1sica-sobre-las-alergias-de-origen-laboral.pdf
- https://www.albaquadrado.com/es/blog/el-trabajo-puede-causar-alergia-la-alergia-laboral-y-calidad-de-vida-de-los-afectados-a552.html
- https://www.elsevier.es/es-revista-medicina-familia-semergen-40-articulo-las-alergias-salud-laboral-aspectos-S1138359311004369
- https://revista.dgt.es/es/reportajes/2016/02FEBRERO/0224-Alergias-2016.shtml
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